15 de noviembre de 2010

O todos moros o todos rojos

Como dice Rosendo “voy pasando el calendario con total normalidad”. Extraño ver The Wire, otras series están muy bien, pero no es lo mismo. Odio los días en los que no pienso con claridad, me siento como borroso. En el trabajo a pico y pala, unos días mejores, otros días peores. Sigo sin saber el objeto de tanta manecilla. ¿Es realmente necesaria toda esta estructura? A veces pienso que no.

Preguntar es de rojos.

Hay una cuestión que me llama poderosamente la atención en todo este asunto del Sahara, y es la diferencia con la que se trata a Marruecos y a Cuba o Venezuela desde los estamentos del poder. Mientras que al reino alhuita se le conceden prebendas para ejercer un autoritarismo salvaje, al pueblo cubano se le presiona con garrote vil. ¿Alguién puede imaginar el alcance de la muerte de un ciudadano con D.N.I español a manos de la policía venezolana?

El roto de nuevo.

Dicen que en Venezuela no hay democracia, y que por eso son muy chungos. Y sin embargo subyace la idea de que en Marruecos no hay democracia para que no gane las elecciones un partido islamista. Interesante. Autodeterminación e independencia son palabras vacías o llenas. Según quién toque la flauta. Si la música la interpreta alguien que está lejos bien. Pero si suena cerca llueven las hostias. Qué desagradable. No se trata de comparar, sino de equiparar. Vamos que canta mucho. De todas formas no hay mucho que rascar. Más de lo mismo. The show must go on!