30 de octubre de 2009

Kilómetro 0

Pasear por Madrid es seguir las huellas de muchos otros antes. Por eso tuve que coincidir con un colega, quien afirmaba que la substitución de la placa del kilómetro 0 de las carreteras radiales por una idéntica pero nueva era un desatino. Ló único de valioso que tenía aquel trozo de mármol, objeto significativo de todo lo rancio del pasado de España, era imaginar la de personajes que podían haberlo pisado y desgastado. Ahora, como recién puesta, esta loseta solo es un objeto significativo de lo más rancio que representa el presente de España. Kilómetro 0 del avance de la nada, inexorable.

Éste es el antiguo, el nuevo es como éste, pero en nuevo.

Pero continuando adelante, no hay otra dirección en esta vida, uno se encuentra en bonitos escenarios. Me llena de felicidad que Euskalegria tenga por fin una embajada permanente en Madrid, lugar de reyes y notables de todo el Mundo. Todo parece cambiar, y lo que antes no pesaba ahora comienza a pesar. No hay lugar para la duda, ahora esta ciudad es un hogar. Hay muchos ritos que Gloria y un servidor hemos ido religiosamente celebrando. Hace poco descubrimos El Campo del Moro, tan cerca de casa y sin embargo tan desconocido. Un jardín espectacular, con un halo romántico que en cierta manera me recordó, salvando las distancias, a Quinta da Regaleira en Sintra.

Foto robada de Flickr

Un jardin, en el que por supuesto hay un factor clave, la intimidad del paseo. Sus sinuosos caminos, en algunos momentos estrechos, y lo frondoso de su paisaje lo convierten en un lugar excepcional, y en el parque más intimo de esta implacable urbe. Y me gustaría, como acostumbro en esta casa, repasar algunos momentos de la actualidad de esta semana. Hechos caducos, de actualidad rabiosa, enferma de amarillismo. Imagino que el chaval somalí, al que la estancia ante la justicia española le está tratando con tanta humanidad, debe estar pensando que la justicia somalí es mucho más seria que la pandereta esta. Por supuesto que seguir jugándose la vida es mucho más serio que la pantomima esta.

Bandera islámica somalí.

Porque vamos a ver, eso me recuerda que hace poco alguien me decía que las transnacionales tenían todo el derecho a explotar los recursos naturales de los países empobrecidos, “ya que ellos no lo hacen”. Luego, es cierto que esta es la lógica que impera. Los barcos primermundistas saquean y arrasan las costas de África para que todos tengamos pescadito fresco y congelado en nuestras panzas. ¿Y si, de ello resulta que los que se ganaban la vida con ello, los que de ello vivían empiezan a morirse literalmente de hambre? En algunos países como Senegal, la gente decide emigrar, muriendo muchos de ellos en el intento. Malviviendo otros al llegar a las costas de este inmundo primer mundo. En otros lugares de África, la gente respira de otra forma, lo ve, en definitiva, desde otra óptica.

Foto robada en Flickr.

Vosotros os lleváis nuestro modo de subsistencia. Nosotros tendremos que cobraros algo, y si no, pues vaya, igual te saco un par de metralletas y a ver que pasa. Y ahora yo me pregunto, yo os pregunto. ¿Quién es el atracador y quién el atracado? Ahora bien, si de lo que se trata ahora es de llevar mercenarios, lo único que tenemos asegurado son las muertes y las desgracias de muchas personas. Porque, qué se supone que tienen que hacer ahora los somalís. Sentarse todos en la playa, y morir, nuevamente de forma literal, de puto asco viendo como les roban en sus narices. Algo, en las tripas, me dice que la desesperación de estar en tan lamentable situación no es susceptible de ser abatida a tiros. Claro que para eso está la Europa de la razón y la democracia. Para solucionarlo a tiros.


24 de octubre de 2009

Vozka de Otoño

Ya ha llegado el fresquito a Madrid. Las hojas comienzan a ser más abundantes en los resbaladizos suelos de la ciudad que en los árboles de sus calles. Ayer iba camino del curro y a unos cien metros vi como una señora “debaraba” (del callosino resbalar) y caía a plomo contra el suelo. Corrí en su auxilio, la ayudé a levantarse y en eso apareció una chica de estas que ponen multas por mal aparcamiento. Como me decía Juanillo ayer, una figura de semi-autoridad. La dejé llamando a una ambulancia y continué mi camino. Sentí que por lo menos este no era un lugar tan deshumanizado. Y es que esta semana también estuvo marcada por el visionado del desquiciante y delirante documental de Michael Moore sobre la sanidad en los EE.UU.
Sicko es una delirante historia con los detalles demagógicos de este cineasta, que despierta los sentimientos esos de: no estoy de acuerdo contigo Michael, pero joder hasta me parece necesario que se hagan cosas como esa. Quedan como agitados algunos sentimientos que a veces permanecen ocultos. Y desde luego ver a estas alturas a personajes como Gabilondo preguntarse con fariseismo, a dónde coño vamos hace quedar muy bien a tipos como Moore. Es duro soportar a indeseables como Risto Mejide, quien convertido en profeta de las libertades postmodernas tiene ya su propio púlpito desde el que lanzar a sus fans hacia el gran abismo de la nada, un documental como Sicko queda hoy día como una obra ácida y certera.

Foto robada de Flick.

Madrid comienza a dejar al descubierto los resultados de las últimas obras en el centro. La Puerta del Sol ha quedado como lo más parecido a una partida de ajedrez a medio concluir. Con un montón de piezas diseminadas al capricho del desarrollo de los acontecimientos. La última moda son las plazas sin árboles, fantástico, como aquí el sol no cae a plomo ni nada. Habría que preguntar a los urbanistas de hoy en día si ellos transitan en algún momento por los espacios que diseñan. Tengo la terrible sospecha de que la respuesta sería: ni de coña.
Otra novedad de la temporada son los mercadillos “artesanales” de Navidad. Puestos en cada plaza, que convierten su tránsito en una auténtica odisea. Y bueno, entre lo que ofrecen me decanto como siempre en los que venden reliquias de la U.R.R.S. Siempre me dan ganas de comprarme una petaca de esas, llenarla de vozka, un encendedor con la cara de Lenin, y bueno...El resto os lo dejo a la imaginación. ¡Un abrazo!

B.S.O recomendada para esta semana.

16 de octubre de 2009

Ida y vuelta

Especial thanks para le Comando Gorteak por su precioso regalo.

Eran las 15:55 del Jueves. Reconozco que había cometido un delito, salir hacia el curro con el tiempo pegado al culo. Y no por ello renuncié a liarme un cigarrito ya que tenía todavía el regustillo del té en el paladar. Alcancé la Calle Mayor con algún que otro resoplido y el corazón latiendo a tope. Lancé el cigarrillo al suelo y extendí mi dedo índice en cuando vislumbré el portal al que me dirigía. En ese instante escuché una voz detrás de mi: “Alto, no le da vergüenza. La documentación”. Me di la vuelta y tenía a un secreta en mi geta. Pero esto fue el Jueves. Me gustaría antes repasar un poco el resto de la semana.

Pasamos un par de días del puente de octubre en el pueblo. La verdad es que estuvo genial. El sábado por la noche fuimos a ver una obra de teatro basada en los últimos días de Miguel Hernández y en la correspondencia que mantuvo con su mujer. La dureza de la obra se vio incrementada en nuestros corazones por la cercanía para mi familia de los hechos ya que mi abuelo compartió con Miguel alguno de aquellos terribles instantes. La representación fue muy emocionante y le deseo todo lo mejor. Necesaria, como necesario es seguir recuperando la memoria, tan olvidada, de esa guerra de entre hermanos en la que algunos seguimos sacando cadáveres de las cunetas, asesinados como animales mientras se nos acusa de querer remover el pasado.

El domingo fuimos a Alacant a ver El Discóvolo, y toda una exposición traída desde el British. Nos gustó un montón. Hay que ver como marcaron estos griegos tantos y tantos cánones de belleza. Como se lo montaban, como les gustaba el sexo y la belleza, fue muy interesante. Por la noche solo nos dio tiempo a acercarnos a casa de Julian a ver un rato la tele, fumar algo y reírnos a gusto. Pero esa mañana Gloria me ofreció, mientras cogíamos higos chumbos de una palera en el Camino Al-mahal, que madrugáramos el Lunes para ir a la playa. Por supuesto fuimos a Guardamar del Segura. Fue espectacular ver como se levantaba la niebla sobre la huerta, en el coche en dirección este, hacia el mar. Llegamos a la arena, y quién quiere el Caribe teniendo el Mediterráneo en Junio y Octubre. Desértico.

Salimos para Madrid el Lunes al mediodía. Al llegar nos tiramos en la cama algo reventadillos. Pensaba reposar allí toda la tarde, pero en eso me llamó Aitor, estaba de vacaciones por aquí. Quedamos y dimos una vuelta, y si, se dio cuenta de la asquerosa presencia policial en esta ciudad. También quedamos un rato el Martes. El miércoles vino David y el Jueves quedamos con Juanillo y tuvimos la suerte de pillar una mesa en el Melo’s. Nos metimos entre pecho y espalda unas croquetas, empanadillas y por supuesto una zapatilla, que como decían Zipi y Zape, no se la salta ni un gitano.

A todo esto les contaba el asalto que sufrí por parte de dos policías de paisano en la puerta de mi curro. Humillado, despojado de mis pertenencias en el portal de mi nuevo curro y cacheado contra la pared por ir fumando tabaco de liar. Había pensado dedicarles una sarta de improperios en este post. Pero sinceramente, ni eso se merecen. Menuda escoria. La policía ensucia las calles de Madrid con su presencia y convierten el aire en irrespirable.

La velada del Jueves terminó con unas birras en El Kiebro con una emocionante partida de parchís en la que por cierto, me alcé con una dulce victoria. Hoy es viernes, de nuevo se presenta ante nosotros un esperanzador y caduco fin de semana. Un abrazo hermanos y hermanas de la Ciudad de Poniente. En esta urbe no hay policía, solo ansias de libertad.

Ama la poesía, odia al fascimo:
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Miguel Hernández

9 de octubre de 2009

Los jueves

Los jueves, ese día tan especial, medio fin de semana, lleno de esa promesa del viernes. No puedo evitar recordar esas noches de jueves. Cuando salíamos de casa con cds, carpetas, papeles y mucha tensión escénica. Hay muchos caminos para llegar a la Sociedad Imaginaria, nosotros trazamos el nuestro. Ahora los jueves son el día del basket en Villaverde, en el Parque Ciudad de los Ángeles. Allí se reúnen desde hace más de 18 años unos cuantos colegas. El mismo día, a la misma hora. Yo trato de acerarme siempre que puedo, pero es una cita que siempre permanece, y que ni el tiempo ni los acontecimientos han variado nunca. Este hecho convierte a la cita en algo legendario.


Hay muchas formas de entender el deporte. Yo lo entiendo como lo aprendí. Algo callejero, donde el único árbitro es la anarquía. Algunos días no rascas bola, otros entras en polémicas absurdas en las que sabes que no llevas razón. La vida es a veces complicada e inescrutable. He visto tobillos torcerse como barras de mantequilla. Sin embargo, el espectáculo debe continuar. Me parece todo un guiño que las canchas estén junto a la calle Anoeta, y que para llegar a la misma, deba atravesar las de Orio y Escoriaza.

Foto robada de Flickr

Las luces de susodicho arena tan particular son precarias. Dos viejas farolas de luz naranja que apenas iluminan media pista. La otra mitad es un pozo de oscuridad y cuando alguien recibe un pase en ese lado oscuro procura taparse la cara y palpar un balón como cegado por el rayo solar aquel que tiraba Krilin. ¿Os acordáis? La pintura está muy gastada y cuando no hay red siento que somos mayas en algún ritual al Dios de turno.

Sin duda, mi cita con la puntería, el contacto físico el sudor y los gritos es todo un acontecimiento al que procuro no faltar. Y por lo menos puedo decir el sur de Madrid, es el jodido verdadero Madrid.

B.S.O recomendada para leer este post.

2 de octubre de 2009

No es no, o qué

Estimados lectores de la Ciudad a poniente. Tres acontecimientos han marcado para mí estos últimos días y he preferido aguardar al desenlace de alguno de ellos para comentar la jugada. Finalmente Madrid no va a ser sede de los JJ.OO de 2016. !Ay Juancar, la farlopa que habéis llevado a Copenhague no ha convencido lo suficiente! Hay que cambiar de camello. Mi corazón, lejos de estar compungido, late a ritmo de folk. Pobre pero orgulloso. Las migajas que iban a caer en mi plato no son suficientes. Igual que no me vendo por un plato de paellas, plato singular que se servía en las manifestación en favor del trasvase del Ebro; no me vendo por unos euros más. Madrid tendrá que seguir esperando, y para entonces vaya a saber usted por donde paro yo. Ahora estaría bien pedir cuentas sobre el gasto que se ha llevado a cabo, y preguntar por ejemplo, eso quién lo paga, y de dónde sale esa pasta.

Ahora resulta que a ese sufrido pueblo celta llamado Irlanda le vuelven a preguntar si acepta de una maldita vez el Tratado de Lisboa. Pero esta vez con el aliciente y amenaza velada que relaciona la crisis con el resultado de estos comicios. La U.E es una institución con escasa calidad democrática, y lo sigue apuntalando en cada paso que da. Es decir, no es no, ¿No? Y si no, no es no, entonces qué es sí. Quiero expresar mi más enérgica repulsa al Tratado de Lisboa, que agrede seriamente a los derechos de los ciudadanos europeos. Esta constitución no es ni siquiera una costitución, es un contrato mercantil, que lo único que garantiza es el libre mercado. Así que a los amigos Irlandeses les toca volver a pasar por el aro, que el tiempo apremia, y hay que ganar billetes.

No quiero pasar por alto los graves acontecimientos que se suceden en ese País mediterráneo que es tierra de cañas y barro. Sin duda el edificio de les Corts Valencianes es el edificio de representación parlamentaria más guapo de la Península Ibérica. Sin embargo, en su interior, sólo habita la mafia. La chulería con que algunos escupen desde la impunidad que les da el chiringuito de corrupción y clientelismo que han montado me subleva. En el País Valenciano se vive una situación de enorme gravedad. Y sólo con la organización de una gran red social combativa se podrían cambiar las cosas. La socialdemocracia está tocada, hundida, y desaparecida. Ahora que tendrían que aparecer y decir algo actúan como intimidados, acobardados por las circunstancias. Con los hospitales públicos absolutamente degradados, los alumnos en barracones desde hace años, la costa absolútamente devastada, la cultura devastada por la casposidad, y el nivel de libertad de expresión netamente recortado, aún encima nos toca que se nos suban a las barbas un atajo de ladrones y sinvegüenzas.

Foto robada de Flick

Lo más triste, es que todos los valencianos críticos con el establishment somos conscientes que la solución pasa impepinablemente por una revolución popular, y todos sabemos que eso no va a suceder. O si...

B.S.O recomendada para leer este post, si te apetece.